lunes, 22 de junio de 2009

CUÁNDO EL CAMBIO Federico Escobar Álvarez

Las organizaciones sociales se atribuyen derechos en el quehacer político y social que no le corresponden. La Constitución Política del Estado no define el control social, suponemos que seguimos con las anteriores definiciones y prácticas en ése accionar de control social. Los campesinos y otros sectores asumen el rol de “autoridades” definiendo la suerte de viviendas, terrenos, y otros bienes privados.
El bloqueo en las carreteras de Tarija por la federación de campesinos de ése departamento nos da un leve ejemplo de las determinaciones abusivas de una especie de democracia sindical, exigiendo lo que quitó el Gobierno a todas las Prefecturas como es el caso de los recursos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos, pero por una instrucción política partidaria exigían aumento en sus asignaciones económicas dadas por las prefecturas y otras pretensiones irracionales. Lo raro es que ése tipo de exigencias no se de en aquellos departamentos donde sus prefectos son oficialistas, hecho que prueba la intervención de agentes oficialistas promoviendo esas acciones.
Es tiempo de colocar en su lugar las cosas. Los sectores sociales tienen que tener normas claras para su actuar y no andar metiéndose en todo con amenazas o hechos directos con las que exigen el cumplimiento de aspiraciones o consignas usando cercos al Parlamento, bloqueos, huelgas de hambre a la boliviana. La anarquía está tomando cuerpo que más tarde será como un monstruo de siete cabezas que nadie podrá dominarla, ni sus propios creadores.
Los pactos democráticos en nuestro territorio solo sirvieron para acceder al poder y nunca en beneficio de la gente pobre. En los últimos años de gobierno aun no se lograron soluciones de fondo al problema de los pobres, no se generan nuevas fuentes de trabajo, los pobres siguen sin poder hacerse escuchar, las campesinas continúan en nuestras calles con las manos extendidas y cargando sus wawas, ignorando el bono “Juana Azurduy”. El “viejo sabio” de la tribu de “socialistas de papel” sigue con la pretensión de gobernar desde el Caribe. XXX

viernes, 12 de junio de 2009

SALVEMOS NUESTRO TERRITORIO Federico Escobar Álvarez

Mientras en el país se busca la forma de realizar el gran fraude de diciembre, cerca a nuestras fronteras se convierten en una triste realidad las instalaciones hidroeléctricas “Jirau” y “Santo Antonio” en territorio brasileño, causarán grandes inundaciones en la selva amazónica dañando irreversiblemente el medio ambiente y hábitat tanto de humanos como de animales silvestres. Sin contar con la destrucción de grandes árboles que ayudan a dar oxígeno al planeta. Todo ello ayudará al calentamiento global millones de veces más que nuestras pequeñas y tristes fogatas de San Juan.
Varias comunidades de la provincia Vaca Diez en el Beni y parte del departamento de Pando en el Noreste boliviano serán triste y grandemente afectados por las inmensas inundaciones causadas por esas represas. Las empresas encargadas de esos trabajos que atentan contra la producción de oxígeno en el mundo ya cuentan con una serie de “programas medioambientales”, además de medidas sociales que buscarían disminuir, mitigar, los impactos negativos, lo que no nos devolverá la biodiversidad afectada. Mienten cuando dicen que no habrá daños ambientales, cualquier “medida de solución” es una distracción. Cientos de familias a orillas de los ríos, especialmente del Mamoré, el Beni y sus afluentes tendrán que abandonar la selva y las tierras que eran suyas por muchos años, afectará hasta el Chapare. Los “beneficiados” con ese ambienticidio serán pocos brasileros, que nuevamente nos arrebatan territorio nacional sin que las Fuerzas Armadas dejen de favorecer un desgobierno y defiendan la integridad nacional. Quieren solucionar “pagando” o reubicando a la gente, la malaria, el mercurio no serán indicadores de impacto sino la inundación de grandes extensiones del territorio boliviano y no así en el Brasil. Es tiempo de detener ese falso “desarrollo” del gigante brasilero a costa nuestra. Nuestras autoridades en lugar de perseguir el boato o la pelota deben recurrir a organizaciones internacionales para frenar eso que será un verdadero genocidio. Debemos unir a éste estado plurinacional en una sola nación evitando que haya más Bolivias que esperanzas. No olvidemos que la revolución deja de ser tal cuando llega al poder o cuando se pretende imponer desde ese sitial. Salvemos nuestro Amazonas. XXX

martes, 2 de junio de 2009

DISCREPANCIAS - Federico Escobar Álvarez

Un dicho popular asiático dice: “con una gota de agua se forman los grandes lagos”. Analicemos algunas “gotas” de lagos de incoherencia de algunos gobernantes y opositores. La pose indigenista e indianista de quienes nos gobiernan desdice con sus acciones occidentales como los desfiles, iza de la bandera, himnos y canciones patrióticas que provienen netamente del mundo occidental capitalista, especialmente el uso de emblemas que dejaron nuestros colonizadores, por tanto existe una incoherencia total entre el discurso gobernante y la realidad, el “paso de parada” o “paso de ganso” del Ejército como esta misma institución, netamente alemana, nada tiene que ver con lo originario y original. Eso indica que hay farsa. Por otro lado la mentira, casi todos quienes nos gobiernan recurren a la mentira, a la media verdad o maneras diplomáticas de engañar, siendo que los “ancestros” ordenaron: “no seas mentiroso”, entonces ¿en qué quedamos?
Por otra parte los opositores, incoherentes como los gobernantes, aunque sin hablar de ancestros o mandatos legendarios, la angurria por el poder los atomiza, saben que para vencer al actual Presidente en elecciones democráticas necesitan presentar un solo candidato, pero la angurria por alcanzar la Presidencia les lleva a creerse favorecidos con el voto popular y se postulan como candidatos, en lugar de reunirse para presentar un/a candidato/a común. La posición popular es que todos deseamos cambio pero dentro el respeto al ser humano y sus derechos fundamentales de la que no se enteraron los presuntos candidatos.
Ambas posiciones se distancian de la búsqueda del “bien común”, ingresando en la vorágine de la venganza, la deslealtad, la corrupción y la deshonestidad. Las pruebas están en los periódicos y otros archivos que la historia, aunque tarde, la publicará. Los gobernantes llegaron muy retrasados al “socialismo del siglo XXI”, proclamado por Chávez, porque no existe tal, menos con métodos de hace dos siglos atrás.
Tenemos que reivindicar la unidad dejando la polarización a la que nos llevó el racismo de los gobernantes actuales. Impongamos el ejercicio democrático pese al centralismo monolítico al que nos llevan con falsedades y mentiras, difundidas como si fueran verdades. XXX